miércoles, 7 de mayo de 2014

Mi Viaje a Camboya

Revisando las fotos de mis viajes para ponerlas en orden y de paso recordar las aventuras, las personas y las emociones que sentí durante los mismos, me he detenido en las fotos que hice durante mis viajes a Camboya. Fotografías que muestran la delicadeza y el equilibrio que destila esta tierra.

 
La misteriosa desaparición de la ciudad de Angkor
 
Una tierra asombrosa, con gente más asombrosa aún, que después de haber pasado por una historia terrible con Pol Pot y los Jemeres rojos, han perdonado y aprendido de su historia.  Es un lugar donde la energía se siente ligera a pesar de que murió casi la tercera parte de sus habitantes y casi todo el mundo ha tenido un familiar torturado o asesinado por este terrible régimen. Admiro profundamente a esos hombres y mujeres menudos, con una sonrisa siempre en los labios, que han sabido educar a las nuevas generaciones en el amor y el perdón al prójimo. Ojalá en Occidente aprendiéramos a hacer lo mismo, se necesitan cerrar viejas heridas y cambiar un lenguaje gastado, viejo y sin sentido que no conduce a nada bueno, nada más que al miedo, al odio y al rencor.
Hoy os quiero hablar de mi viaje a la tierra de Angkor, el corazón de Camboya, capital del Imperio jemer que fue abandonada por sus habitantes de la noche a la mañana. Este reino, nacido en el siglo IX, gozó de una gran prosperidad durante más de seiscientos años, en los que experimentó una considerable expansión a costa de sus estados vecinos. A medida que el imperio aumentaba su importancia, la capital, ubicada en la llanura de Angkor, crecía en tamaño y población. Hasta que en el siglo XV desapareció misteriosamente. Existen varias teorías sobre su desaparición (la selva acabó engullendo la ciudad que tenía una extensión parecida a la región metropolitana de New York) pero parece que la extensa red de canales que se construyeron, más de mil kilómetros, junto con la deforestación que tuvieron que llevar a cabo  fue tanto su salvación como su perdición debido al intenso nivel de las lluvias en el período del monzón.
 
Aún habiendo sufrido mucho a lo largo de su historia, es un pueblo amable, educado, sonriente y la energía del lugar es ligera, juguetona. Es uno de los países donde más me he sentido en paz conmigo misma y conectada con mi Ser. Me sentía ligera y algo que me llamó poderosamente la atención: lo que creaba o pensaba en mi mente, inmediatamente aparecía delante de mí, ya fuera una persona, un medio de transporte, una fruta.....estaba asombrada!!!
 
Mi corazón quedó cautivado por el atardecer en el Templo de Ta Phrom, famoso por las raíces de sus árboles que aparecen por todo el templo como queriendo engullirlo bajo sus brazos, mágico atardecer que me transportó a un tiempo muy lejano....El templo de Angkor Wat, una vista de un maravilloso amanecer que teñía el cielo de rojo y al fondo se adivinaba la figura del templo, imponente y majestuosa.....Los maravillosos paseos en Tuk-tuk, donde la brisa te acaricia en el calor del día y la sensación de movimiento es como a cámara lenta.....La imponente gastronomía, ligera, sana, natural...mezcla de gastronomía asiática y francesa...probé de todo y todo estaba buenísimo, aunque tengo que decir que la comida asiática me encanta!! Los mercados con su colorido, sus risas, sus gritos y sus regateos, imprescindibles si quieres comprar algo....Los masajes...algo que es innato a este continente, ellos sí que saben cómo equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu! Los Monjes vestidos con sus túnicas naranjas y con una sonrisa de paz y bondad en sus rostros, que te traspasa....Y el Templo de Banteay Srei o Templo de las Mujeres, con sus magníficos relieves tallados en sus paredes rosáceas,
 
Te invito a conocer este mágico país. Puedes preguntar por nuestros itinerarios o solicitar presupuesto para tu viaje soñado, porque como dijo John Lennon:  "La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes." .....¿A qué estás esperando para "vivir" la vida a través de un viaje?     www.AnaelTours.com